Too much frugal, too much bootstraping

Lo siento por el título en inglés, pero es que me encanta el idioma de Shakespeare y, en la medida de lo posible, siempre suelo utilizar barbarismos en lugar de los equivalentes castellanos. Sin embargo, el segundo término yo más bien lo definiría como neologismo.

Demasiado frugal, demasiado ‘bootstraping‘. Con esta expresión quiero reflejar que tal vez me esté excediendo en frugalidad y contención de medios/recursos en los proyectos en los que estoy participando, prácticamente a nivel individual, aunque en algunos casos sí disponemos de un equipo en toda regla (ver Impactrimonio, por ejemplo), y en otros casos tengo el apoyo incondicional de mi socia.

Aunque la frugalidad y la metodología del ‘bootstraping’ se les está vendiendo a los emprendedores como un método para emprender ‘low-cost’, el emprendedor deberá evaluar el retorno de tales prácticas. Otra historia es que los proyectos tengan que verse forzados a ser frugales porque no haya más ‘inri’.

Por supuesto, no todos los recursos son financieros, también existen los físicos (ordenadores, mobiliario) y, los más importantes, los medios humanos. ¿No tienes recursos financieros?: seguro que tienes acceso a un ordenador y a un grupo de conocidos a los que puedes convencer para que se te unan y montar el proyecto del siglo que viene (el XXII).

Yo, mientras tanto, seguiré divirtiéndome siendo frugal, re-aprendiendo a programar, y auto-formándome en todo aquello de lo que pueda obtener un rendimiento probable. Eso sí, tendré que aprender a no ser tan frugal, y a no abusar del ‘bootstraping’. 🙂